Si me hubiesen dicho hace un año que en un futuro no muy lejano comería sushi, no me lo hubiese creído, porque los prejuicios contra el pescado en general y en particular contra el crudo me tenían atada de manos y pies. Pero poco después se presentó la intolerancia, y cuando una puerta se cierra, siempre se abre una ventana, y el hecho de tener que renunciar al 80% de casi todas las cartas de restaurantes, por los quesos, salsas, gratinados, etc, ha expandido mis murallas mentales. Afortunadamente en la cocina japonesa se emplea poco la leche de vaca, por lo que, para mi alegría, podría haber probado casi cualquier plato de la carta.
El restaurante en el que comimos se llama Keade, y es una cadena que tiene varios locales en distintos sitios de Sevilla. Porque es el que conozco personalmente, os recomiendo el de Santa María la Blanca. Tiene un ambiente muy acogedor, el servicio es muy rápido y la calidad del pescado es excelente.
Fuimos fieles al refrán que dice: "En la variedad está el gusto", y pedimos cinco platos distintos para compartir entre cinco adultos.
1.Ensalada de la casa. (Jikasei Salad). Es un plato a base de una mezcla de lechugas, con una salsa bastante fuerte cuyo sabor no sabría describir, aguacate y piña. Estaba adornada con sésamo y ajenuz o semilla negra.
2. Sushi variado, como no podía ser de otra manera. (Sushi Moriawase). Este plato se componía de sushi de atún (mi preferido), salmón y bacalao. Me temo que no llegamos a consenso sobre el relleno de los rollos que están a la derecha, pero aún sin saber lo que era todos coincidimos en que estaba riquísimo. La pasta verde en forma de hoja que esta abajo a la izquierda y lo que parece salmón en la parte derecha del plato, son en realidad una pasta de algas que tiene un sabor muy fuerte parecido a la colonia, o a un producto de limpieza. Os animo a probarlo porque se trata de sabores muy interesantes, pero es de las cosas que una y no más.
3. Tempura de verduras. (Yasai Tempura). He de decir que no esperaba que la tempura me impresionara tan positivamente, porque la he comido más veces. Pero estaba frita de una forma distinta, más suave, lo que respetaba por completo el sabor de la verdura y me encantó. Había en el plato: espárragos, apio, brócoli, calabaza, calabacín e hierba buena.
4. Ternera a la plancha. (Sirloin Steak). El título de este plato deja poco a la imaginación. La carne estaba muy tierna y la acompañaba una salsa, que hacía que pareciese más un plato de carne guisada que uno de carne a la plancha. Terminaban el plato brócoli y zanahoria a la plancha.
5. Arroz frito. Detrás de este plato hay una historia divertida. Vimos una foto de un arroz en la carta pero no encontrábamos en ningún sitio como se llamaba, así que se lo señalamos a la simpática japonesa que nos tomaba nota, y nos dijo "Ah! Arroz con cositas!". Y así bautizamos oficialmente al plato. Lo sirven en pequeños tarros individuales, y tiene trocitos de varias verduras y setas.
6. Pudín de Frutas. Sin Lactosa. ¡Fiesta!. No puedo decir que fuera lo que más me impresionara, pero el hecho de poder tomar un postre ya es suficiente para mí. Se trata de una especie de flan, con poco sabor, en cuyo interior encontramos trocitos de la misma fruta que lo acompaña. Creo que es fruta de la pasión, pero no estoy nada segura. Tenía una consistencia parecida a la pera y un sabor que no asocio a ninguna fruta que conozca.
De cantidad, cinco platos para cinco, quizá para algunos se quede un pelín corto, si lo que buscáis es acabar hartos. Para mi gusto, los platos tenían la medida perfecta, porque todos pudimos probar todo y acabamos satisfechos pero sin la pesadez característica de haber comido demasiado. El precio puede variar en función de los platos que se pidan, pero sale entre 20 y 25 Euros/persona.
¡A disfrutar!
PD: Quiero dedicar esta entrada a mi padre, uno de los lectores más fieles de este blog, y el encargado de planear esta mágnifica comida.
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