Creo que ya no se pueden contar con todos los dedos del cuerpo, las veces que me he encontrado en la siguiente situación: cojo un paquete de patatas fritas y miro los ingredientes: patata, aceite y sal. Perfecto. Miro los alérgenos: contiene leche. Ni si quiera "puede contener trazas de"... CONTIENE. A día de hoy me sigo preguntando: ¿Cómo? ¿Cuámdo? ¿Por qué? y ¿Para qué? ¿En qué momento alguien decide que a las patatas fritas hay que echarles un chorrito de leche?
Para evitar esta situación suelo comprar patatas Lays. Tanto la versión Gourmet como Al punto de Sal están libres de lactosa, y la verdad saben igual, e incluso mucho mejor en el caso de las Gourmet, que cualquier patata frita con lactosa que podamos encontrar en el supermercado.
Para los que prefieran las patatas fritas algo más elaboradas o con sabores, os recomiendo las Pringles Originales o las Lays Xtra Onduladas con sabor a barbacoa.
¡A disfrutar!
Muchas gracias por la información. Muy util
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