Hay días que el despertador suena más tarde de lo previsto, o que el peine parace que tiene fijación con nosotros, o que abrimos el armario y no nos gusta nada de lo que vemos. Intentamos hacer todo deprisa y corriendo mientras el tiempo se nos echa encima y al final salimos de casa medio arreglados y casi sin desayunar. Para mí, esos días el yogur líquido era la opción perfecta, porque es rápido de tomar, nos aporta nutrientes y nos llena, por lo menos hasta media mañana. Por eso me alegré tanto cuando por fin encontré una opción sin lactosa en el supermercado: Yogur Líquido Sin Lactosa de fresa y plátano de la marca Kaiku.
Cada paquete contiene 6 botellitas, el único inconveniente que he encontrado es que son muy pequeñas, y a veces una solo no basta para saborearlo. Por otro lado, cuentan con el sello de ADILAC, lo cual siempre es garantía de que estaremos en paz con nuestro estómago al tomarlo.
¡A disfrutar!
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